Equilibrar las opciones del trabajo y de cuidado puede ser estresante, incluso si ya has aprovechado las ventajas de los recursos en tu comunidad, tales como los programas de comida caliente o los grupos de apoyo del hospital.
Como cuidador y trabajador, sin embargo, puedes acceder también a lo que se ha convertido en una creciente variedad de opciones provistas por tu empleador, ya sea directamente en el lugar de trabajo o mediante recursos externos que proporcionan servicios con base contractual.
Reconocimiento de tu rol
En primer lugar, sin embargo, debes reconocer y aceptar tu rol de cuidador. Suena obvio, pero los investigadores dicen que muchas personas que proporcionan horas de atención a los seres queridos en recuperación del cáncer y otras afecciones no se identifican a sí mismos como cuidadores. Si tú proporcionas ayuda a alguien con cáncer —lo llevas a las consultas, escuchas su opinión sobre las opciones de tratamiento y lo ayudas a decidir, y lo apoyas emocionalmente— entonces definitivamente eres un cuidador.
El número de horas por semana que inviertas en el cuidado no te define como cuidador. No importa cuántas o cuán pocas sean las horas que inviertas en una semana dada (puede variar en gran medida si estás cuidando a un ser querido con cáncer) puede ser agotador tanto mental como físicamente, en particular cuando también estás cumpliendo con un trabajo de tiempo completo.
De hecho, un programa de cuidados que varíe mucho de semana en semana y sea impredecible, aunque de vez en cuando te dé un descanso, también puede ser estresante porque puede dificultarte la planificación de tus obligaciones laborales y tu vida social en torno a tus tareas de cuidador.
Probablemente pases más horas de lo que piensas en tu rol de cuidador. De acuerdo con un estudio realizado en 750 cuidadores de pacientes de cáncer que participaron en un Programa Familiar de Educación a Cuidadores de Pacientes de Cáncer de la Universidad de Pennsylvania, el 36 por ciento dijeron que sus obligaciones requerían más de 40 horas por semana. (Otras conclusiones interesantes de ese estudio: el 82 por ciento de las personas consultadas eran mujeres, el 54 por ciento vivían con el ser querido al que cuidaban y el 35 por ciento dijeron que se sentían superados por su rol.) Para más información sobre estadísticas de cuidados a enfermos, visita Strength for Caring (Fortaleza para el cuidado) en www.strengthforcaring.com.
Con quién hablar
¿A quién puedes recurrir en tu trabajo para decirle que necesitas ayuda para poder cumplir con tus responsabilidades de cuidador? Depende de tu relación con tu supervisor inmediato y cuán cómodo te sientas con él, dicen los expertos.
Si te sientes cómodo haciendo la solicitud de apoyo a tu supervisor inmediato, hazlo. De lo contrario, puedes llamar al Departamento de Recursos Humanos de tu compañía. O puede que dispongas entre tu paquete de materiales de beneficios al empleado de un número u otra información de contacto para un Programa de Asistencia al Empleado (EAP, por sus siglas en inglés). Algunas compañías más grandes mantienen sitios de Internet que explican sus programas EAP.
Tu supervisor inmediato puede no estar al tanto de todos los servicios para los que puedes calificar. Si tienes dudas, ve directamente a tu oficina de recursos humanos o a la oficina de EAP, si dispones de una interna. (Si no hay una EAP interna, lo que muchas veces es el caso, tu departamento de recursos humanos te referirá a los programas EAP con quienes hayan contratado servicios.)
Programas para cuidadores de familia en el lugar de trabajo
Lo mejor que puede hacer un empleador es darle flexibilidad a un cuidador estresado y agotado.
Es más probable que los empleadores que contratan cien empleados o más tengan un programa para ayudar a los empleados cuidadores. Pero muchos trabajadores están en las nóminas de compañías que son más pequeñas. Si eres una de esas personas que trabaja para una compañía más pequeña, el programa para cuidadores de tu empleador puede no existir o estar en proceso.
Si tú como empleado puedes diseñar y sugerir una opción laboral flexible que te permita cumplir con tus necesidades como cuidador al tiempo que tu empleador no sufra de la falta de productividad de tu parte, todos ganan. Según los expertos, la clave es pensar bien los arreglos que necesitas de manera tal que afecten a todos de la menor manera posible. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero a la larga el esfuerzo vale la pena.
Entre otras opciones considera las siguientes:
Programas de licencia paga (PTO): Estos programas en general combinan todo el tiempo de licencia pago (tales como licencia por enfermedad, vacaciones y tiempo libre para el personal) en un único bloque o banco de tiempo. Esto te puede reducir complicaciones, ya que no necesitas presentar un motivo cada vez que haces un "retiro" de dicho banco. Para obtener más información, lee Supportive Time Off Policies: Paid Time Off (PTO) and Leave Sharing.
Trabajo a distancia: Es básicamente un plan de trabajo en el hogar, ya sea parcial o completo. El trabajo a distancia puede ser una bendición para el cuidador, en particular si está acompañando al ser querido a las consultas y tratamientos médicos. Puedes poner tus propios horarios, levantarte más temprano para poner al día el trabajo completo del día, luego completar tus tareas de cuidador o tomarte un tiempo en la mitad del día para realizar los cuidados según se requieran. Evitar las pérdidas de tiempo real para desplazarte al trabajo puede ahorrarte horas preciadas para ocupar en los cuidados al enfermo. El plan debe establecerse de manera tal que seas productivo y tu empleador tenga la seguridad de eso. Para obtener más información, lee Telecommuting (Work-At-Home).
Opciones flexibles de tiempo: Al igual que un trabajador con cáncer agradece a veces los horarios flexibles, ya sea para tomarse un tiempo durante el día para asistir a las consultas y luego regresar a trabajar más tarde o variando el inicio y final de la jornada laboral, así también lo hace el cuidador que muchas veces tiene que realizar gran parte de los traslados de los seres queridos a dichas consultas. La clave es planificar de antemano tu agenda de tiempo flexible y estar seguro de que la oficina no te necesita en los días y horas en que planeas ausentarte. En los días que puedes, podrías presentarte como voluntario para cubrir un horario menos deseable, de ser posible, para mostrar tu agradecimiento por la flexibilidad.
Bancos o fondos de licencia: Otros empleados donan parte de su licencia paga para ayudar a los cuidadores que se quedan sin tiempo de licencia, asignando sus donaciones en los bancos o fondos de licencia.
Cada arreglo, por supuesto, tiene cosas a favor y en contra. Si puedes abordar las desventajas para cada opción con tu empleador y asegurarle que no sufrirán ni tu productividad ni la moral de la compañía, probablemente puedas convertirlas en un punto "neutral" o incluso en una ventaja.
Por ejemplo, si preguntas por un arreglo para trabajar en tu casa, o un arreglo de trabajo parcial en tu casa, el desafío es asegurarle a tu empleador que no te dedicarás a perder el tiempo. Dependiendo de la naturaleza de tu trabajo, podrías ofrecer anunciarte por correo electrónico o por teléfono con informes de progreso. Si le ofreces a tu empleador una prueba tangible de que estás cumpliendo con tu trabajo, probablemente no le importe si trabajas en sus instalaciones o en tu casa.
En un acuerdo de trabajo en casa, también deberás sobrellevar las objeciones de que algunos trabajos deben llevarse a cabo personalmente. Puedes sugerir la video conferencia (si estás disponible actualmente y no representa gastos adicionales para tu compañía), consultas telefónicas regulares o incluso mensajería instantánea por computadora como una manera de reunir a los trabajadores para las reuniones y actualizaciones. El hecho es mantener tu "presencia".
Políticas de la compañía relativas a cuidadores
Si tu compañía es como muchas, puede ser que aún estén desarrollando políticas para cuidadores, en particular para cuidadores de personas que padecen de cáncer, más que padres mayores o niños pequeños.
La percepción del empleador sobre las necesidades del cuidador ha seguido un patrón, dicen los expertos. En primer lugar, se han vuelto conscientes de las necesidades de cuidado de trabajadores que tienen hijos y necesitan atención infantil. Luego comprendieron las necesidades de los trabajadores que necesitaban ayuda para cuidar a sus padres mayores.
La siguiente ola, dicen los expertos, es una mayor conciencia de los trabajadores que cuidan de sus cónyuges u otros miembros de la familia con enfermedades crónicas o a largo plazo, tales como el cáncer.
Pregunta a tu supervisor inmediato sobre las políticas para cuidadores, o ve directamente a tu Departamento de Recursos Humanos.
La lista de recursos de recursos humanos para los cuidadores
Es posible que el personal de recursos humanos te pueda proporcionar una variedad de recursos, ya sea para el programa EAP (interno o externo) o mediante una lista de compañías o servicios basados en la comunidad.
Éstos pueden incluir recursos para servicios de atención de salud mental como asesoría individual o grupos de apoyo, así como ayuda con fines tales como encontrar un hogar de atención transitoria o dilucidar la cobertura de seguro.
Programas de Asistencia al Empleado (EAP): Una breve historia
Aunque tú apenas hayas escuchado hablar sobre los Programas de Asistencia al Empleado (EAP, por sus siglas en inglés), recientemente, han existido de alguna forma u otra desde los principios de la década de 1940. Al principio, el programa se enfocaba en trabajadores cuyo consumo de alcohol afectaba negativamente su desempeño laboral.
Pero a principios de 1970, el servicio que ofrecían los EAP se había ampliado considerablemente. Los programas hoy abordaban otros factores de estrés que pudieran afectar el desempeño laboral de manera negativa. En la actualidad, los programas EAP son comunes y se ofrecen en las instalaciones de trabajo o, más comúnmente, se contratan fuera de las mismas.
Programas externos: Contratados por el empleador de fuentes externas para proporcionar programas y servicios de EAP específicos, son más comunes que los programas internos debido al ahorro en costos. El acuerdo de contrato es menos costoso para los empleadores individuales y, según dicen algunos, permite al empleador encontrar el más alto nivel de calidad para los servicios individuales. Tu empleador puede contratar un servicio de EAP "completo" o puede contratarlo mediante varios servicios de proveedores diferentes.
Consultar tu EAP
Dependiendo de cómo esté conformada tu empresa, es posible que puedas contactar a tu EAP directamente, mediante un sitio de Internet o un número de teléfono que empiece con 800, o puede ser que tengas que dirigirte a través de Recursos Humanos. Si tu empleador contrata los servicios externos de EAP, puedes pedirle al contacto en tu compañía sobre las calificaciones de dichos proveedores como profesionales para la salud mental. Quienes brindan servicios de EAP con base contratada pueden disponer una licencia de estado, como por ejemplo un asistente social clínico licenciado. O el programa podría estar acreditado por programas tales como The Employee Assistance Society of North America (La Sociedad Norteamericana de Asistencia al Empleado). También puede ser que los servicios individuales ofrecidos dispongan de credenciales a través de Employee Assistance Professionals Association (Asociación de Profesionales de Asistencia al Empleado), mediante la obtención de credenciales individuales denominadas "Certified Employee Assistance Professional" (Profesional Certificado de Asistencia al Empleado).
El rol de los expertos de EAP: Los especialistas que administran los programas EAP pueden ayudarte a tratar los temas de opciones laborales con tu empleador. Por ejemplo, el personal del EAP puede hablar con tu jefe sobre cómo establecer un plan de trabajo modificado u otras opciones. Probablemente ya hayan ayudado a establecer estas opciones laborales con anterioridad, de modo que pueden allanar las preocupaciones de tu supervisor y responder a las preguntas con mayor credibilidad de lo que tú podrías hacer.
Un punto bienvenido sobre los programas EAP: Generalmente existe lo que los proveedores llaman "facilidad de acceso". No hay que llenar formularios, ni preocuparse por copagos. Esto es especialmente bueno cuando tú, como cuidador, has ayudado a tu ser querido a manejar el papeleo del seguro de salud durante meses o incluso más.
Según explica un experto, los proveedores del EAP están esperando tus solicitudes de servicio. Están esperando tu llamada.
No necesitas preocuparte porque los compañeros de trabajo o tu jefe se enteren de que estás accediendo a los programas de EAP. La confidencialidad es una parte integral del servicio.
El sentido financiero del EAP
Puedes sentir que estás aprovechando demasiados de los recursos de tu empleador. Sin embargo, desde el punto de vista del empleador, los servicios de EAP tienen sentido a nivel financiero. De acuerdo con la Asociación de Profesionales de Asistencia al Empleado, por cada dólar invertido en un EAP, los empleadores pueden prever un ahorro de $5 a 16 dólares, según lo indica un informe publicado en mayo del 2003 por la Asociación para la Administración de Recursos Humanos (Society for Human Resource Management o SHRM por sus siglas en inglés). Según la Sociedad, el costo anual promedio de un EAP es pequeño: unos $12 a 20 dólares por empleado.
Para las empresas grandes, los ahorros netos logrados por disponer de un EAP son sustanciales. Por ejemplo, un informe de la SHRM dice que la EAP de General Motors Corporation ahorra a la compañía $37 millones de dólares al año. La City of Los Angeles Water and Power (Compañía de Agua y Electricidad de la Ciudad de Los Ángeles) informó ahorros por $350,000 dólares durante un periodo de cinco años, debido a que los empleados con problemas de alcohol faltaron menos al trabajo por enfermedad luego de asociarse al EAP.
El problema principal
Según dicen los expertos, las colegas mujeres pueden entender mejor tus necesidades de tiempo libre para cuidar un ser querido que un colega masculino. El brindar cuidados ha sido tradicionalmente un trabajo para la mujer, cuando se trata de cuidar de niños pequeños, padres mayores y, ahora, seres queridos con cáncer o enfermedades crónicas.
Pero según lo indican los expertos, a medida que trabajadores más jóvenes que trabajaron en compañías con buena disposición hacia las familias se movilizan de compañía en compañía, se espera que la cultura corporativa hacia quienes cuidan enfermos cambie. En el futuro se podrá esperar una mayor solidaridad y comprensión dirigida a los trabajadores que cuidan de sus seres queridos necesitados, cualquiera sea su edad o su estado de salud.
FUENTES:
David Pecoraro, Director de Servicios Clínicos de Care Resources Inc., un proveedor del EAP de Fountain Valley, California.
Tom Farris, Doctor en Medicina, Director de Operaciones de Claremont Behavioral Services, Bay Area, California
John Paul Marosy, Presidente de Bringing Elder Care Home, Worcester, Massachusetts, una empresa consultora para empleados y organizaciones comunitarias.
Society for Human Resource Management
Andrea Booth, consultora independiente, Nueva Jersey y California del Sur.
"Workplace Programs for Family Caregivers: Good Business and Good Practice" (Programas laborales para cuidadores de familiares: Buenos negocios y buena práctica), agosto de 2003, informe realizado por Donna L. Wagner, Ph.D., Directora del Programa de Gerontología en la Universidad de Towson en Towson, Maryland.